21 Sep TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA PARA LAS LESIONES MÁS FRECUENTES EN CORREDORES
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TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA PARA LAS LESIONES MÁS FRECUENTES EN CORREDORES
La estadística es demoledora: 1 de cada 4 corredores sufren una lesión al año. Esto significa que, a priori, un corredor tiene un 25% de posibilidades de lesionarse este año. Y si eres corredor, tienes ese 25% de lesión.
En algunas ocasiones, por muy precavido que seas, es posible que puedas llegar a padecer alguna lesión o dolor constante en alguna zona de tu cuerpo. Esto ocurre, normalmente, como consecuencia de la ejecución incorrecta de tus entrenamientos o por otros factores. Por eso, en este artículo voy a enumerar y describir cuáles son las lesiones más comunes entre los corredores y sus tratamientos de fisioterapia si no las puedes frenar a tiempo.
El running es una forma de vida, que conlleva numerosos beneficios para la salud, pero también tiene bastantes riesgos si no tenemos en cuenta algunos factores importantes.
¿Cuáles son las lesiones más frecuentes en corredores?
La incidencia de lesiones en corredores es alta, estimándose sobre el 40%. Las lesiones más comunes son:
- Periostitis tibial
- Tendinitis del Tendón de Aquiles
- Dolor patelofemoral (cara anterior de la rodilla)
- Síndrome de la banda iliotibial
- Fascitis plantar
- Distensiones/ Sobrecargas musculares
- Roturas fibrilares de gemelos, isquiotibales
Las posibles causas de estas lesiones (tener en cuenta que la mayoría de lesiones son multifactoriales) son la cantidad de kilómetros acumulados, la falta de hidratación, la ausencia de descansos y sobre todo, una mala técnica de carrera.
Las 4 Lesiones más Habituales entre Corredores
Si eres corredor habitual es posible que sientas alguna molestia de vez en cuando al correr, sobre todo si has realizado algún entrenamiento más duro o intenso. Pero si el dolor persiste y las molestias te impiden seguir entrenando, es posible que estés sufriendo una lesión.
Vamos a ver las 4 lesiones más habituales dentro de la lista de arriba de lesiones recurrentes. Recuerda que por muchas precauciones que tomes y por muchos conocimientos sobre running que tengas, no pueden convertirte en inmune frente a una lesión. Corregirla a tiempo puede ser la clave para tratarla correctamente y seguir corriendo como siempre, así que toma nota.
1. Fascitis Plantar
La fascitis plantar consiste en la inflamación de la parte inferior del pie. Al principio se manifiesta con la aparición de un pinchazo agudo e intenso en la base del talón. La intensidad del dolor puede llegar a ser desde levemente molesto a insoportable.
Algunos corredores que la han sufrido han descrito la sensación como si fuera tan desagradable como caminar sobre el vidrio o pisar un clavo. La molestia puede ir desapareciendo poco a poco a medida que empiezas tu entrenamiento, es decir, cuando se calienta la zona. Pero lo más habitual es que vuelva a aparecer ese mismo día o días posteriores, tras un período de reposo.
Las causas de esta dolencia pueden ser varias, desde el sobreentrenamiento hasta el desgaste de tus zapatillas. También puede aparecer por una mala elección del calzado según tu tipo de pisada. Hay que tener en cuenta que las personas que tienden a una pronación excesiva en su técnica de carrera suelen ser más propensas a padecerla.
Tratamiento de la fascitis plantar en Fisioterapia
Los objetivos del tratamiento son reducir el dolor y la inflamación, identificar y corregir las posibles causas, mejorar la flexibilidad y finalmente aumentar gradualmente la fuerza de los miembros inferiores para poder regresar a la vida diaria normal y al entrenamiento físico.
Una combinación de diversos enfoques va a ser lo más eficaz para tratar la fascitis plantar. La primera fase hace hincapié en el descanso y tiene como objetivo reducir el dolor inicial y la inflamación para que pueda caminar sin dolor por las mañanas.
- Descanso de actividades que causan dolor. Para lograr un verdadero reposo debe evitar ponerse de pie y si lo requiere, utilice muletas para caminar y así descargar alguna cantidad de peso importante a los talones.
- Calzado. Use zapatos cómodos que amortigüen su pisada y no utilice tacones altos ni zapatos con suelas planas y duras. Evite caminar con los pies descalzos, especialmente en superficies duras ya que esto suele aumentar la tensión en la fascia plantar debajo del pie.
- Hielo. Puedes realizarte un masaje con hielo o colocarte una compresa fría durante 10 minutos cada 60 minutos (el primer día). El segundo día reducirás este protocolo a 3-5 veces al día mientras que el dolor se alivia.
- Ortesis. Si sus pies sufren de excesiva pronación, entonces esto puede contribuir a la tensión en el pie mientras además aplana el arco. Esto puede ser corregido con ortesis preferiblemente prescritas por un podólogo. Las ortesis deben ser usadas en todo momento, no sólo durante el entrenamiento.
- Electrólisis percutánea intratisular (EPI). Mediante esta innovadora técnica en la que su fisioterapeuta aplica una pequeña cantidad de corriente galvánica a través de una aguja de acupuntura en el sitio de la lesión, se activan los mecanismos anti-inflamatorios y pro-regenerativos del tejido afectado garantizándose así la respuesta inflamatoria necesaria para reactivar los mecanismos de regeneración de la fascia plantar.
- Ultrasonido terapéutico. Cuando su fisioterapeuta le coloca ultrasonido, ocurre un aumento en la relajación tisular de la fascia plantar, músculos y ligamentos circundantes. Esto ayuda a estimular el flujo sanguíneo reduciéndose la inflamación debido al aumento de oxígeno y nutrientes hacia la zona. Además, ayuda a que diversos químicos se eliminen a través de la corriente sanguínea, lo que permite que la zona se cure mejor y más rápido.
- Ejercicios. Su fisioterapeuta le prescribirá diversos ejercicios específicos, sin embargo, en términos generales le recomendamos mantenerse en forma pero no corriendo ni trotando sino nadando, andando en bicicleta o puede aprovechar para trabajar en la fuerza de los miembros superiores.
- Estiramientos. Este tipo de ejercicios son esenciales durante el tratamiento de la fascia plantar. Existen diversas maneras de estirar la fascia plantar y el tendón de Aquiles, sin embargo, la manera más común y más fácil de realizar junto antes de levantarte de la cama es con la ayuda de una toalla larga. Con cada mano sujetarás los extremos de la toalla halando hacia ti para que el pie o los pies se estiren en dorsiflexión pasiva. Los estiramientos debes realizarnos a diario durante el tratamiento de fisioterapia y continuar haciéndolos todo el tiempo posible después de haber finalizado la rehabilitación.
2. Tendinosis Aquílea
La tendiosis o tendinitis aquílea es una lesión muy común entre los deportistas en general y no solo en el running, que consiste en la inflamación del tendón de Aquiles. Este tendón es el más potente y resistente de tu cuerpo, ya que se encarga de impulsar y transmitir la fuerza a los músculos de los gemelos y el sóleo. Gracias a este tendón puedes desplazarte, correr, andar y saltar.
Lo que caracteriza a esta dolencia es la aparición de molestias en el talón y a lo largo del tendón al caminar o al correr. Al palpar el tendón puedes notar dolor, inflamación, enrojecimiento y calor. Y aunque durante la carrera puedes notar como remiten los síntomas, estos serán más acusados después de estar un largo período en reposo, como por ejemplo, cuando te levantas por las mañanas.
Aunque esta lesión puede producirse por diversas causas, la más habitual suele ser una sobrecarga del músculo como consecuencia de un entrenamiento excesivo. También puede generarse debido a la falta de un calentamiento previo o de los estiramientos posteriores. Aunque puede haber otros motivos como un traumatismo directo, una pronación excesiva o la utilización de un calzado inadecuado.
El tratamiento con fisioterapia de la tendinitis del tendón de Aquiles
Cada vez más, desde la fisioterapia, se está apostando por tratar la tendinitis del tendón de Aquiles mediante el ejercicio terapéutico, el reentrenamiento de la carga y el uso que puede soportar el tendón para evitar recaídas.
El tratamiento de la tendinitis aquilea tiene que estar enfocado no solo a aliviar el dolor puntual que se produce al utilizar la musculatura de gemelos y soleos, sino también devolviendo la plasticidad al tendón y recuperando la fuerza y el rango de movimiento para prevenir episodios recurrentes de tendinopatía aquilea.
Ejercicios par la tendinitis Aquílea
En la tendinitis del tendón de Aquiles es de vital importancia readaptar la capacidad del tendón para soportar cargas.
Para ello en Clínicas H3 trabajamos directamente con ejercicios concretos sujetos a un protocolo personalizado para obtener el mejor resultado y lo más rápido posible.
Los ejercicios para la tendinitis aquílea se basan principalmente en ejercicios excéntricos de los gemelos y sóleo, avanzando hacia ejercicios más explosivos para acercarnos cada vez más a la realidad de cada paciente.
En la tendinopatía aquílea adaptamos estos ejercicios teniendo en cuenta la fisiología de la lesión, respetando tiempos y dolor para evitar las recaídas, y asegurando de esta manera una recuperación temprana y de calidad.
La tendinitis Aquílea y su tratamiento en la Clínica Luis Carlos Díaz Alex en Linares
En nuestra Clínica combinamos los tratamientos conservadores, como el ejercicio terapéutico y la terapia manual, con las técnicas de fisioterapia avanzada como la EPI o la EPTE para el tratamiento de la tendinitis aquílea.
Realizando una valoración ecográfica conseguimos ubicar de forma precisa el foco de lesión en la tendinopatía aquílea, así como también monitorizamos su mejoría sesión a sesión.
<p>En la tendinitis del tendón de Aquiles, técnicas como la EPI nos ayuda a agilizar el proceso de recuperación y a tratar lesiones ya cronificadas, dándoles una segunda oportunidad para rehabilitarse y poder volver a una vida sin dolor y a una práctica deportiva sin limitaciones.
En Clínicas H3 estamos a la vanguardia del tratamiento de la tendinitis aquílea. Ven a visitarnos a nuestras clínicas de fisioterapia de Madrid, y podrás comprobarlo. ¡Te esperamos!
3. Periostitis Tibial
La periostitis tibial es una lesión común entre los corredores de fondo y los que recorren largas distancias. Se produce debido a la inflamación del periostio, que es una membrana adherida a la tibia que se encarga de nutrir y regenerar el hueso.
El síntoma principal de esta dolencia es un dolor agudo en la zona tibial. Lo notarás especialmente cuando sales a correr y tu pie impacta contra el suelo. Esa molestia o quemazón puede extenderse también a otras zonas como los gemelos o el sóleo. Seguramente te obligará a modificar tu técnica de carrera para sentir menos dolor. Es fácil de detectar porque además notarás molestias en acciones tan simples como subir las escaleras o incluso andar.
En la mayor parte de los casos, la causa que produce esta lesión es un volumen de entrenamiento excesivo. Al correr, tu pie impacta contra el suelo y genera una vibración. Esta, unida a una sobrecarga de ejercicio, puede provocar repetidos traumatismos sobre el periostio y desencadenar la lesión. Por este motivo, es una dolencia que aparecerá más frecuentemente durante periodos de entrenamiento más intensos o con planes de aumento de velocidad o distancia.
Tratamiento de fisioterapia de la periostitis tibial
- Tratamiento en fisioterapiarias: aplicar hielo en la zona afectada durante 15 – 20 minutos ayudará a bajar la inflamación, además de ser un buen analgésico frente al dolor agudo.
- Terapia manual: ayudará a relajar y estirar la musculatura adyacente, insistiendo espeialmente en el tibial anterior, peroneos y sobre todo la parte interna del tríceps sural.
- Vendaje funcional: ésto reduce las vibraciones en la tibia aparte de darle una mayor sujección. También pueden utilizarse unas medias de compresión a la hora de continuar con el ejercicio, tras haber pasado por un tiempo de reposo hasta que desaparezca el dolor.
- Isométricos: es importante también reforzar la musculatura periarticular, hacer ejercicios en cadena cinética cerrada, caminar de puntillas y de talones, y no descuidar tampoco los ejercicios propioceptivos.
Tras la fase de antiinflamatoria y de recuperación, habrá que ir conduciendo al paciente paulatinamente hacia la readaptación al ejercicio, esto debe ser progresivo y evitar realizar grandes esfuerzos tras el tiempo de reposo inicial.
Es importante también saber elegir el tipo de terreno sobre todo al principio para evitar recaídas, e intentar evitar futuras sobrecargas con las pautas descritas anteriormente.
Kinesiotaping en la perostitis tibial. (vendaje neuromuscular)
El kinesiotaping o vendaje neuromuscular es una técnica que no limita la movilidad de la zona que se quiere tratar. Este vendaje se puede aplicar para: disminuir dolor, reducir inflamación, estabilizar la zona o corregir un problema; el efecto que realice dependerá de su aplicación.
4. Síndrome de la Cintilla Iliotibial
El síndrome de la banda o cintilla iliotibial, se conoce también como la ‘rodilla del corredor’, y es otra lesión muy común entre los deportistas. Esta dolencia aparece cuando se irrita la cara externa de la rodilla como consecuencia de la fricción entre la banda iliotibial y una de las zonas inferiores del fémur.
La cintilla iliotibial, es una banda de tejido fibroso que va desde la zona superior de la cadera hasta la parte superior de la tibia. Conecta con diversos músculos como el glúteo, el cuádriceps y otras zonas como la rótula y el fémur. El principal síntoma de esta lesión es un dolor intenso y punzante en la parte externa de la rodilla. Se produce justo arriba de donde realizas la flexión para correr. Es una punzada que notarás normalmente al poco tiempo de empezar tus entrenamientos y que seguramente te obligue a parar.
Al correr, realizas una flexión de la rodilla haciendo que la cintilla se atrase y adelante con respecto al cóndilo externo. Si flexionas tu rodilla a más de 30 grados es cuando provocarás un contacto entre ellos. Ese rozamiento excesivo entre la cintilla y el lateral del fémur podría ser la causa principal de esa irritación y, por tanto, del dolor en el caso de los corredores.
Sin embargo, las causas para que se produzca este tipo de lesión pueden ser diversas. De hecho, puede deberse tanto a factores intrínsecos como: genu varu, debilidad en otros músculos como los abductores de la cadera, disimetrías, etc. O bien, puede deberse a factores extrínsecos como: uso de calzado inadecuado, mala técnica de carrera, excesivo kilometraje semanal, etc.
Tratamiento de fisioterapia del síndrome de la cintilla iliotibial
El tratamiento convencional consiste en:
- Evitar el movimiento responsable de la inflamación del tendón, para facilitar la recuperación espontánea del cuerpo.
- Aplicar hielo.
- Usar plantillas ortopédicas es muy eficaz en caso de problemas de alineación de los pies, especialmente en pacientes con hiperpronación del pie.
- Fortalecimiento muscular de la cadera.
- Terapia manual para reducir el tono (contracción) muscular de algunos músculos, como el psoas, el gastroecnemio y el piriforme. Además esta terapia consigue desbloquear la articulación de la rodilla.
- Fármacos antinflamatorios (tales como neobrufen), aunque el efecto el temporal
En nuestra clínica de fisioterapia Luis Carlos Díaz Alex en Linares, además hacemos un tratamiento complementario con las últimas tecnologías.
Algunas terapias instrumentales son de muchísima de utilidad para el tratamiento de la tendinitis de la banda iliotibial, especialmente:
- La terapia con láser.
- El tratamiento mediante ondas de choque es eficaz
Os podemos ayudar, en la CLÍNICA DE FISIOTERAPIA LUIS CARLOS DÍAZ ALEX EN LINARES. Nuestros fisioterapeutas realizan un tratamiento personalizado e individual, para cada paciente.
Puede contactar con nosotros y obtener más información:
- Teléfono: 953 04 57 23
- E-mail: luchoterapia2373@gmail.com · info@fisioterapialinares.com
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