¿Qué es la Bronquiolitis?

Anteriormente la bronquiolitis era conocida como «bronquitis capilar«, hasta 1941 cuando su clínica fue desarrollada detalladamente por Hubble y Osborn en el British Medical Journal. La bronquiolitis aguda es una enfermedad respiratoria viral que causa inflamación de unos conductos muy delgados, que se encuentra en el interior de los pulmones, me refiero a los bronquiolos. Esta afección crea pequeños bultos de moco que obstruyen estas estrechas vías respiratorias, haciendo que ciertas partes del tejido pulmonar se compriman o se peguen entre sí. Ocasionando problemas respiratorios y síntomas que son comparables a los provocados por el asma. Esta entidad patológica afecta principalmente a niños pequeños entre las edades de tres meses y dos años.

Las enfermedades respiratorias pueden afectar a las personas de cualquier edad, sin embargo suelen ser bastantes recurrentes en la edad infantil y en los adultos mayores, por lo que estos individuos se han convertido en un grupo con mayor riesgo de padecerlo.

Por ejemplo, en el caso de los infantes encontramos entre las patologías que más frecuente los afectan, la bronquiolitis, el asma, la bronquitis y la neumonía. Siendo muy parecidas entre sí pero con características diferentes que ayudan a su identificación, por lo que en el siguiente artículo podrás encontrar información relacionada exclusivamente con la bronquiolitis, síntomas y tratamiento.

La bronquiolitis es una patología respiratoria que se genera cuando los bronquiolos contraen una infección viral.

¿Qué síntomas tiene la bronquiolitis?

Las manifestaciones clínicas de la bronquiolitis pueden variar e ir empeorando a medida que no se trata la dificultad respiratoria, por lo que los padres cuando observan los siguientes signos deben asistir al médico para comenzar de manera oportuna el tratamiento, los medicamentos y la fisioterapia:

1. Fiebre constante de aproximadamente 3 días de evolución.
2. Tos seca.
3. Mucosidad en las fosas nasales.
4. Aumento de la frecuencia respiratoria.
5. Dificultad para alimentar y para respirar.
6. A la auscultación se presentan crepitantes y sibilancias.
7. Irritación y llanto.
8. Cuando la enfermedad ha evolucionado se puede presentar aleteo nasal y tiraje intercostal.
9. Aumento de la frecuencia cardíaca.

¿Cómo tratar la bronquiolitis?

Cuando la enfermedad se encuentra en las fases iniciales el tratamiento generalmente se basa en la administración de oxígeno y en cambios posturales para ayudar a que el niño pueda respirar, así mismo se indican fármacos para combatir la fiebre, medicamentos broncodilatadores, hidratación, alimentación balanceada y técnicas para lograr que las vías aéreas se mantengan sin obstrucción.

“Los síntomas de la bronquiolitis incluyen tos seca, dificultad respiratoria y fiebre”

Es importante mencionar que una vez el médico establece el diagnóstico, se debe comenzar con el tratamiento para evitar que estos niños empeoren debido a la dificultad para respirar y a la presencia de los otros signos que el virus conlleva.

Tratamiento de Fisioterapia respiratoria para la bronquiolitis

La fisioterapia respiratoria comprende un conjunto de técnicas que ayudan a aumentar la capacidad y función de los pulmones, por lo que realizado de forma adecuada puede proporcionar amplios beneficios para los niños con enfermedades respiratorias.

Destacando entre sus beneficios e intervenciones los mencionados a continuación:

• Oxigenoterapia. Es un tipo de tratamiento que utiliza oxígeno como medio de intervención terapéutica.
• Terapia manual. No funciona en todos los casos, por lo que debe ser evaluado de forma correcta antes de realizarlo.
• Técnicas de inspiraciones lentas. Son intervenciones que se realizan de forma rápida y con bajo volumen para ayudar a movilizar las secreciones hacia afuera.
• Ejercicios para aumentar la capacidad de los pulmones. Estos varían de acuerdo a la edad, características de la enfermedad y las complicaciones asociadas.
• Lavados nasales. Se realizan con el objetivo de eliminar los mocos de las fosas nasales.

Entre los beneficios de estas terapias podemos destacar evitar complicaciones respiratorias y otras alteraciones en la salud, se regulan los patrones de sueño, se logra controlar la tos y la irritación que esto produce, así como también se logra que el niño se vaya sintiendo mejor.