El running con ropa técnica: Con ropa interior o sin ella

Bueno, este es un tema casi casi como el de la tortilla con cebolla o sin cebolla.
El que esto escribe es de la vieja escuela y corre con los clásicos pantalones cortos multiusos que sirven pa tó.
Mi hermano, en cambio, es de los que llevan mallas.
Y como es de esperar, para gustos opiniones!

 

El uso de calzoncillos con la ropa técnica de correr

Running ¿con ropa interior o sin?

(31-1-2018). Los últimos avances en tecnología aplicada a la ropa técnica de running hace que el uso de ropa interior sea, en muchos casos, más una cuestión de decisión propia que necesidad. Planteamos el debate sobre la idoneidad o no de usar ropa interior mientras corremos.

Con calzoncillos o sin ellos. Es la cuestión shakesperiana a la que se enfrentan muchos corredores. Dejando de lado cualquier motivación morbosa, y que puede conllevar horas y horas de debate y bromas jocosas, se trata de una duda suficientemente seria como para ser tratada un poco más a fondo. ¿Debemos llevar calzoncillos cuando nos ponemos unas mallas para salir a correr? ¿Y en el caso de optar por vestir pantalones cortos, nos debemos poner también unos calzoncillos? Os dejamos algunas informaciones y reflexiones que, esperamos, os ayuden a tomar una decisión acerca de esta duda al más puro estilo de un Hamlet runner.

El caso de las mallas

Si nos gusta correr con mallas, la respuesta a la pregunta que planteábamos al principio viene a ser más que sencilla. Especialmente si se trata de mallas de compresión. Para que éstas no pierdan ni un ápice de su efecto, la mayoría de marcas recomiendan usarlas directamente encima de la piel. Esto es, sin ropa interior. De hecho, están diseñadas para ello, para ser usadas como prenda única. De esta forma maximizamos su comodidad. Y podemos poner como ejemplo el caso de un bañador. Cuando vamos a la playa o bien a la piscina no nos planteamos ningún debate. Bañador y punto. Pues en el caso de las mallas para correr, especialmente si tienen un efecto compresor (o incluso para otros deportes como el ciclismo), ocurre lo mismo.

Las mallas, pantalones que se ajustan al cuerpo y que pueden tener varias medidas, ayudan a mantener nuestro cuerpo caliente, además de evitar las temidas rozaduras en la ingle. Eso sí, al fin y al cabo, la decisión final la acabará tomando el propio corredor atendiendo a su comodidad. Un slip sudado puede suponer un lastre para nuestra ingle y ser origen de roces que pueden provocar quemaduras en la piel. La mayoría de ropa interior es de algodón o contiene una buena parte de él, un material que no se seca fácilmente (en comparación con las nuevas fibras) y que, por añadidura, no se caracteriza por tener una buena expulsión de la humedad hacia fuera. Según un estudio publicado en el año 2012 (Fibres and Textiles in Eastern Europe), “las prendas fabricadas con 100% de poliéster propician mejores respuestas fisiológicas y de rendimiento de los atletas” si las comparamos “con las prendas de algodón y las de 65% de poliéster y 35% de algodón”. Unos resultados que, por cierto, se relacionaron con una mejor gestión de la humedad de los nuevos materiales.

Hablando de materiales, actualmente, la mayoría de marcas que fabrican mallas lo hacen con tejidos que se caracterizan –siguiendo con este hilo- por una gran absorción de la humedad, motivo por el que no hay que preocuparse ante la acumulación de sudor o agua. En este sentido, las mallas están especialmente indicadas para días de lluvia o calor extremo, ya que van a ofrecernos más protección que unos shorts muy mojados –ya sea debido al sudor o al agua de la lluvia-. A esta necesidad efectiva, de salud, algunos añaden un motivo estético. No les gusta la marca que los calzoncillos pueden dejar entrever bajo las mallas. Así pues, otro motivo de más para no usar ropa interior cuando salimos a correr, ya sea por el monte o por la ciudad.

El caso de los pantalones cortos

Cuando hablamos de pantalones cortos, también hay respuestas para todos los gustos a si debemos usar o no ropa interior. Incluso más que en el caso de las mallas. Todo ello sería en función del modelo de short concreto. Si éste lleva un calzoncillo interior incorporado (como la mayoría suelen incorporar), lo mejor sería quitarse la ropa interior y aprovechar este doble forro o calzoncillo añadido. Y es que, si nos ponemos un slip, estaremos llevando dos calzoncillos al mismo tiempo. Los nuestros y los del pantalón, con lo que el peligro de roce y malestar podría ser mayor (algunos lo solventan con la aplicación de vaselina). Es lo mismo que podía suceder con las mallas. Además, en el caso del pantalón corto, el efecto estético deja de tener ninguna influencia. La ropa interior, si hablamos de un slip corto, no se verá en ningún momento (lo llevemos o no).

Algunos corredores optan por ponerse igualmente calzoncillos porque tienen la percepción que la sujeción interior del pantalón corto no es suficiente. Es cuestión de sensaciones, pero la mayoría de los pantalones actuales que incorporan este tipo de calzoncillos ofrecen el apoyo más que necesario para correr con total normalidad y libertad, sin que quede ningún cabo suelto. Es cuestión de acostumbrarse. A no ser que se sufran problemas vasculares, como pueden tener algunos corredores, y en esta disyuntiva concreta, necesitan un sujeción mayor (sobre todo, cuando se llevan actividades deportivas como correr).

La importancia de una buena higiene

Finalmente, usemos o no calzoncillos para correr, hay una advertencia que no debemos perder nunca de vista. Una vez hayamos terminado nuestro entrenamiento, tenemos que cambiarnos de ropa lo más rápidamente posible. Los dermatólogos lo aconsejan para evitar que aparezcan las temidas rozaduras. Y es que, una vez hemos terminado nuestra salida, esa ropa está húmeda y se adhiere a la piel, motivo por el cual puede producir maceración. Y, en el peor de los casos, infecciones en la zona dañada.

Además de cambiarse rápido de ropa (con la consiguiente ducha, si es posible), también es preceptivo lavar la ropa tras cada entrenamiento. Los expertos avisan de la posible influencia de una bacteria conocida con el nombre de micrococo. Se trata de una bacteria que adora habitar en el poliéster antes que en el algodón y es la causante del hedor que desprenden algunas prendas deportivas con el paso del tiempo. Tal y como dice el refrán, en casa limpia, los ángeles bailan de gusto.

DESDE CMDSPORT

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