02 Jul Punción seca
¿Cómo se realiza la punción seca?
En punción seca se emplea una aguja similar a las que se utilizan en técnicas como la acupuntura, solo que aquí lo que interesa es el efecto mecánico, del hecho de “pinchar” con la aguja sobre la zona exacta donde se localiza el punto gatillo que está generando problemas.
Se llama “punción seca” puesto que no se introduce ninguna sustancia o medicamento. En los primeros estudios sí que se introducía, pero se vio que la eficacia de la técnica derivaba de la forma de realizar la punción, no del componente que se inyectara.
Por ello, por usar la aguja como agente físico para realizar un tratamiento, es una competencia de los fisioterapeutas, que deben estar formados en esta técnica de forma teórica y práctica, mediante cursos de posgrado.
¿Resulta dolorosa la punción seca?
Decir que no sería mentir: Si, la punción seca duele. Se le advierte al paciente de que la punción genera dolor, eso sí, dura muy pocos segundos, y es perfectamente soportable estando un poco preparados, para que no nos pille por sorpresa.
También es importante señalar que después de la sesión aparecerá dolor en la zona. Es un dolor muy similar al que producen las agujetas. Sobre todo, al día siguiente, pudiendo durar varios días más, dependiendo de la persona y del punto donde se haya realizado la punción. Como digo, aunque el dolor pueda durar varios días, es llevadero si estamos acostumbrados al dolor muscular después del ejercicio, pues es similar y aunque resulte molesta en el momento, es muy eficaz para este tipo de dolor musculoesquelético originado por los puntos gatillo.
¿Es un tratamiento eficaz?
La punción seca cuenta con diversos estudios que avalan su eficacia, por lo que es un tratamiento en muchos casos de primera elección, por sus buenos resultados.
Tiene sus indicaciones y contraindicaciones, que habrá que valorar en cada caso. Hay que señalar que, como técnica que es, no tiene sentido realizarla de forma aislada, sino que se integra dentro del tratamiento fisioterápico, junto con otras técnicas, y también es necesario una actuación centrada en la educación al paciente, cambio de hábitos que provoquen o mantengan la activación de puntos gatillo, etc.
En la mayoría de los casos, un estilo de vida activo, y pautas de ejercicio físico, serán una excelente opción para disminuir la probabilidad de recaídas.
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