02 Nov la recuperación psicológica después de una lesión: en el pasado me ha ocurrido
Yo ya se que me pasa….que no puedo parar y acabo siempre volviendo antes de tiempo…
Pero el año pasado tuve una rotura de isquio y estuve seis meses (se dice pronto, pero fueron seis malditos meses) sin poder correr. Una tortura que me hizo volver antes de lo debido y que ahora estoy pagando con una recaída.
Eso y mi sedentario trabajo. Pero sobre todo que no puedo estar quieeeeeeto!!
Corolario: sobre todo paciencia (al menos tengo la escalada y por ahí me salvo).
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La importancia de la recuperación psicológica después de una lesión
Tras meses de entrenamientos y preparación para una prueba, una lesión repentina o un problema recurrente son uno de los mayores obstáculos que se puede encontrar un deportista, ya sea profesional o aficionado.
A las molestias físicas se une el bajón psicológico que una lesión puede suponer: falta de autoconfianza, miedo a recaer o una recuperación apresurada e incompleta son algunos de los problemas que pueden surgir a corto, medio o largo plazo tras una lesión.
Hemos hablado con dos psicólogos deportivos para entender por qué la recuperación psicológica tras una lesión es tan importante como la recuperación física.
La recuperación en profesionales y aficionados
Joaquín Díaz Rodríguez es psicólogo deportivo y presidente de la Federación Española de la Psicología del Deporte (FEPD). En su opinión, el problema muchas veces son las prisas. “Los deportistas profesionales deben recuperarse de sus lesiones de la forma más rápida posible y esta situación entraña algún peligro pues en ocasiones se fuerza su vuelta a la competición sin las suficientes garantías con el consiguiente riesgo de recaídas”.
Es por tanto labor de la psicología deportiva no solamente es completar una recuperación psicológica, sino también hacer entender al deportista y su equipo de la importancia de ser pacientes y completar su tratamiento.
En el caso de los deportistas aficionados, entran en juego otras variables, explica David Peris Delcampo, vicepresidente de la FEPD. “Los deportistas profesionales disponen de muchos medios para acortar los plazos de recuperación. Los aficionados suelen tener muchos menos medios que los profesionales para recuperarse; además tienen que compaginarlo con trabajo, familia… Las variables psicológicas que influyen en las lesiones están también presentes e incluso se añade alguna más como las familiares o las laborales que hay que tener en cuenta”.
El efecto de una lesión
Cuando un deportista sufre una lesión durante la preparación de una prueba importante, el efecto de esa lesión sobre su mente varía mucho, pero debe ser tenida en cuenta como parte de la recuperación.
“Los expertos parecen que coincidir que el deportista profesional que sufre una lesión durante un periodo preparatorio importante y que le impide acudir a esa cita, sufre un enorme disgusto y una pena profunda“, explica Díaz. No obstante, añade que su propia condición de deportista le mantiene realista pues sabe que la posibilidad de lesionarse es algo que siempre existe.
Eso forma parte del propio trabajo psicológico de un deportista, no solo al lesionarse sino de forma habitual: “Es importante que el deportista maneje adecuadamente variables psicológicas como la motivación, la autoconfianza, nivel de activación, estrés, atención/concentración, cohesión de equipo o comunicación para así alcanzar un buen rendimiento”, dice Peris.
¿Puede una recuperación ser completa si solo es física?
Ambos profesionales coinciden en señalar que si la recuperación tras una lesión se limita al aspecto físico, difícilmente podrá ser completa.
Tal y como lo explica Peris: “Si un deportista no tiene confianza en que ésta recuperado, asocia ciertas situaciones a las molestias o incapacidades relacionadas con la lesión, no maneja bien el estrés relacionado con la recuperación o su motivación es deficiente, se recuperará mal e incluso tendrá problemas posteriores a la recuperación física”.
“Cada deportista y cada lesión son diferentes, pero todos necesitan una intervención mental para que la recuperación sea completa: desde la adherencia al trabajo físico de recuperación, hasta el soporte del dolor, el acompañamiento temporal o el miedo a las recaídas”, completa Díaz.
¿Cómo se trabaja la recuperación psicológica tras una lesión?
De nuevo, es difícil generalizar porque cada persona y cada lesión son diferentes. “No es lo mismo hacerlo con un deportista que tiene familia cercana que uno que no lo tiene. O con un deportista que está fuera de su medio natural o de su país. Con un deportista joven que uno más veterano. Con una lesión de recuperación más larga que una más breve”, enumera Díaz.
En cualquier caso, sí que hay algunas pautas generales: el apoyo y el acompañamiento, hacer frente a momentos difíciles, aprovechar todas las fases del tratamiento y la recuperación y ayudarle a sentirse bien en el proceso. “Mantener que el deportista es importante lesionado o no es fundamental y que su valoración lo es como persona es una máxima que hay que tener siempre presente”, concluye.
La importancia de la visualización, la autoconfianza y el apoyo del entorno
Parte del trabajo debe hacerse enfocando a la vida profesional del deportiva: “Visualizar el final del túnel, mantener la ilusión e imaginarse positivamente la vuelta a la cancha y que está será en las condiciones óptimas; mantener la confianza en sus recuperadores y la motivación durante el duro trabajo de rehabilitación es básico en el trabajo psicológico con el deportista lesionado”, asegura Díaz.
Pero tampoco deben descuidarse los demás aspectos de su día a día: “El entorno es fundamental, ya que la vida personal del deportista en el momento en que no puede hacer su trabajo (hacer deporte) es trascendente: hay que organizarla de manera que tenga actividades gratificantes, que ocupe adecuadamente el tiempo y que sus allegados apoyen al deportista en el tratamiento”, completa Peris.
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