02 Nov La locomotora humana: Zatopek o así me empezó a gustar correr larga distancia
Venga vale. Bien es cierto que larga larga distancia no corro. A lo sumo meidas maratones y carreras de montaña.
Pero algo es algo, pues antes de ver un magnífico documental sobre Emil Zatopek no era capaz de pasar de las 10km(no por piernas, sino por cabeza).
Per su no-técnica de carrera como pistones de locomotora me fascinó. Y hasta empecé a imitar en ocasiones tal estilo de carrera(cuando estoy exahusto, me dá cierto punch!).
Pero mejor que lo veais vosotros mismos!
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Emil Zatopek, la locomotora humana: una leyenda del atletismo
Hablar de atletismo y épica es hablar, sin ninguna duda, de Emil Zatopek, más conocido como “La Locomotora Humana”. Zatopek fue un gran atleta de origen checo que tuvo su mayor momento de gloria en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, logrando la mayor gesta en la historia del atletismo que hasta ahora, más de 60 años después, nadie ha sido capaz de igualar.
La forma de correr de Emil Zatopek (Koprivnice, 1922 – Praga, 2000) nunca fue muy ortodoxa, ya que siempre parecía ir al límite y que en cualquier momento se iba a desplomar del esfuerzo. Pero bajo ese estilo agónico, se escondía una máquina de devorar kilómetros a una velocidad sobrehumana, que le valió cuatro oros olímpicos, una plata, batir durante su carrera deportiva numerosos récords mundiales en nueve especialidades distintas y estar seis años imbatido. Por todo ello se le conoce como ‘La locomotora humana’.
La gran gesta de Emil Zatopek
En 1938, a la edad de 16 años, Zatopek ingresa en la fábrica de zapatillas Bata, y esto sin duda marcaría su futuro y comenzaría a forjar su nombre en la historia (aunque él no era consciente aún de lo que el destino le iba a deparar).
A raíz de una carrera denominada Circuito de Zlin (ciudad en la que se encontraba esta fábrica) y en la cual estaban obligados a participar todos los estudiantes de la escuela, Emil comenzó a practicar el atletismo, deporte que a la postre acabaría por darle fama mundial y convertirle en un icono mundial y todo un referente para los atletas por su método de entrenamiento y su especialización.
En el año 1944, Emil logró su primera plusmarca , logrando hasta ese entonces ocho campeonatos nacionales entre 5.000 y 10.000 metros. En 1945, ingresó en el ejército checoslovaco, en el cual debido a su repercusión mundial a través del atletismo consiguió ascender hasta el grado de Coronel.
En 1948, comenzaría la época dorada de Zatopek con la conquista de la medalla de oro en la prueba de 10.000 metros y la de plata en los 5.000. Dos años más tarde, en 1950 en el Campeonato Europeo de Bruselas, lograría imponerse en ambas pruebas. Pero su gran gesta estaba aún por llegar, y ésta se produjo en el año 1952 en los Juegos Olímpicos de Helsinki, donde Emil se alzó con la medalla de oro en las pruebas de 5.000, 10.000 y ganar también la maratón. Sin duda, esta gesta ha pasado a la historia ya que nadie ha sido capaz de igualarla hasta la fecha (y sinceramente, dudo mucho que puedan acercarse a tal proeza). Además, como anécdota de esos Juegos Olímpicos, una hora después de que Emil lograra el oro en la prueba de 5.000, su mujer lograría el oro en la prueba de lanzamiento de jabalina.
Posteriormente participó en el Campeonato de Europa de 1954, que tuvo lugar en Berna, donde logró de nuevo el título continental de 10.000 metros, así como la medalla de bronce en 5.000 metros. En los Juegos Olímpicos de Melbourne 1956 fue sexto en el maratón. En 1958, en el Cross Internacional de Lasarte, puso fin a su trayectoria deportiva. A lo largo de ésta compitió en 334 carreras y obtuvo 261 victorias, estableciendo un total de 18 plusmarcas mundiales en distintas distancias.
El método de entrenamiento de Emil Zatopek
Sin duda, lo que permitió al atleta checo elevarse a los altares del atletismo mundial y conquistar tres medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952 fue la forma que tenía de entrenar.
Su forma de correr siempre se basó en la firmeza de su ritmo, el cual potenció con entrenamientos de distancias pequeñas para aumentar su velocidad. Aun así, su técnica no estaba muy depurada. De hecho, él mismo reconocía que “mi estilo está muy lejos de los grandes atletas”. Pero lo que le hacía ser tan grande era su dedicación, ya que entrenaba durante todo el año: unos 800 kilómetros al mes y 1.000 horas al año.
Este sistema de entrenamientos lo basaba en realizar un gran número de series de 400 metros (llegando a realizar durante casi dos semanas sesiones de 60 series de 400 metros e, incluso, hasta entrenamientos de 100 series de 400 metros). Con este método de entrenamientos, Emil se convirtió en un súper atleta que durante seis años no supo lo que significaba la palabra segundo. Carrera que corría, carrera que ganaba.
Además, el atletismo le permitió tener no sólo a un gran rival cuando coincidía con él en carrera, sino a un grandísimo amigo como fue el también atleta francés Alain Mimoun.
Una proeza inalcanzable a día de hoy
A día de hoy, el atleta que más cerca se ha quedado de igualar la proeza de Emil Zatopek es el keniata Kenenisa Bekele, el cual logró el oro en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, logrando en ambas pruebas batir los respectivos récords olímpicos.
Sin embargo dado el nivel de especialización actual que existe en el atletismo moderno, se antoja difícil encontrar un atleta que pueda intentar emular a Zatopek en la hazaña de conquistar en unos mismos Juegos Olímpicos los 5.000, los 10.000 y el maratón.
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