No solo el exceso de peso provoca más daño articular, además la inflamación que puede haber a nivel celular es, en parte, responsable del dolor. La inflamación es el mecanismo de defensa del cuerpo ante tóxicos o sustancias extrañas. Y luego comienza el proceso de curación. En el caso de la artritis, artrosis, colitis, colesterol y lupus la inflamación es crónica. Es decir, lenta y prolongada de meses a años.

Vamos al principio: Pautas para la alimentación antiinflamatoria

Por supuesto primero se deben asentar unas bases con pautas alimentarias sanas, pero si además de eso incluimos de manera persistente alimentos ricos en ácidos grasos omega 3 y en polifenoles, los resultados van a multiplicarse.

Un consumo moderado de grasas, priorizando que estas sean de buena calidad, van a hacer que haya un correcto equilibro entre ácidos grasos omega 3 (mayor consumo, en alimentos como aceite de oliva, aguacate, pescado azul, nueces y semillas de chía) y omega 6 (reducir consumo evitando alimentos como el aceite de girasol y procedente de otras semillas).

Este pequeño cambio ayuda a reducir la inflamación provocada por la enfermedad articular.

La alimentación antiinflamatoria para prevenir la artrosis: Polifenoles

Por otro lado, hablaba de polifenoles, compuestos fenólicos de procedencia vegetal como los flavonoides o la quercetina, presentes en alimentos como: frutos rojos, cebolla, ajo, cacao, cúrcuma, jengibre…

Eso sí, en el caso de la cúrcuma, su consumo debe ir acompañado a la pimienta negra para que el ácido cumárico (polifenol de esta raíz) se active y, por tanto, ejerza su efecto antiinflamatorio.

¿Qué alimentos se deben evitar cuando el cuerpo está inflamado?

3.1. Grasas saturadas

las grasas saturadas crean inflamación del tejido graso por activación de células llamadas macrófagos, genes inflamatorios y resistencia a la insulina.

En pacientes con artrosis se recomienda:

Un tratamiento restringido en grasas, especialmente saturadas  para prevenir la inflamación y el riesgo de otras enfermedades como las cardiovasculares.

3.2. Grasas trans

Las grasas trans incrementan los marcadores de inflamación al  generar un desequilibrio en el endotelio, la pared que rodea los vasos.

Incluso en pequeñas cantidades menos de 2 % de las calorías diarias (40 kcal o 4 gr al día), las grasas trans aumentan la inflamación como proteína C reactiva, factor de necrosis tumoral alfa.

La grasa trans se encuentra en alimentos panificados como galletas, tortas y snacks.

3.3. Azúcar procesada

El azúcar de bebidas azucaradas, promueven la acumulacion de grasa, aumentan la glicemia, la insulina e inflamación. El azúcar procesada, predispone a infección e inflamación de artritis reumatoide. Así que una dieta baja en azúcares se asoció con una reducción de marcadores de inflamación de artritis.

Como proteína C reactiva y tasa de eritro sedimentación.

3.4. Sal

La sal en alimentos procesados, activan células inmunes y complican enfermedades autoinmunes. El consumo de sal genera una inflamación intestinal y en el estudio aumentó la colitis. Luego de 3 semanas de dieta sin sal y sodio, disminuyó la inflamación.

El sodio de la sal en cantidades apropiadas es esencial para el mantenimiento de la presión, pH, líquidos del cuerpo y procesos metabólicos.