Estamos ya en pleno verano o casi: cuidado con la radiación solar

Y es que después de este largo confinamiento hay que tener muuucho cuidado con la exposición al sol.
Y como vamos a ir a la playa o al campo en cuanto podamos, pues ahí van unos consejos veraniegos fresquitos!!
Vamosss!!!
 
 

Así funciona… la exposición solar

Con el inicio del verano comienzan también las quemaduras de piel provocadas por el sol. Te explicamos en que consiste la radiación solar y cómo protegerte de ella.
La radiación solar es la energía que el sol libera a través de radiciones electromagnéticas, y si bien necesitamos esta energía porque es fuente de vida, la contaminación y la mayor longevidad del ser humano, ya que estamos expuestos a ella durante mucho más tiempo, están haciendo que también pueda resultar nociva y ser la causa de ciertas patologías como el cáncer de piel.

Radiación solar

Tipos:
UVB: Mayor incidencia e intensidad en verano. Responsables de las quemaduras y el cáncer. 0,1% de la radiación.
UVA: Estable todo el año. Efectos a largo plazo: fotoenvejecimiento, manchas, etc. Menos cancerígenos que los UVB. 4,9% de la radiación.
Visible: Actúa con los rayos UVA: acumulación en la dermis que puede derivar en envejecimiento prematuro, manchas y cáncer cutáneo. 39% de la radiación solar.
IR-A: Acelera el envejecimiento al aumentar la degradación del colágeno y al mismo tiempo disminuir su síntesis. 56% de la radiación.

A tener en cuenta

– Los rayos UV alcanzan el suelo todo el año, incluso en los días nublados o con poco sol.
– Las gafas de sol deben bloquear del 99% al 100% de los rayos UVA y UVB.
– Un sombrero que tenga ala protege las áreas más expuestas (orejas, ojos, frente, nariz y cuero cabelludo).
– La ropa no bloquea todos los rayos ultravioleta.
– Incluso con el protector solaradecuado, parte de los rayos UV penetran en la piel.
– Se recomienda el uso de productos con protección de espectro amplio (30 o superior).
– La piel produce vitamina D de forma natural cuando se expone al sol. La vitamina D ofrece muchos beneficios. Incluso podría ayudar a reducir el riesgo de algunos cánceres.

Cuidado con los ojos

– Es muy importante verificar que las gafas poseen protección UV. Si no la tienen, las pupilas se dilatan y entra mayor cantidad de UVB en los ojos, produciendo daños.
– La mayor exposición ocular no se produce a mediodía, sino a media mañana y a última hora de la tarde.
– La oscuridad de las gafas no guarda relación con la protección UV.

Efectos de los rayos UV sobre la piel


1 Resecamiento

Se produce porque el calor de los rayos UV deshidrata los tejidos, acentuando el proceso de descamación que la piel realiza constantemente. Puede provocar la aparición de arrugas.
2 Enrojecimiento
Causado por los rayo UVB que dañan las células de epidermis, provocando la dilatación de los capilares sanguíneos y produciendo el característico color rojo. Si el proceso se repite muchas veces puede haber una dilatación permanente. Pero, ¿se puede considerar las quemaduras una lesión?
3 Manchas solares
Son alteraciones en la pigmentación provocadas por la influencia de los rayos UV sobre la producción de melanina, sustancia que da a la piel su color. Pueden ser de color oscuro o claro.
4 Cáncer de piel
Carcinoma basocelular: De desarrollo lento, raramente se extiende al resto del cuerpo.
Carcinoma escamocelular: Se desarrolla en las células escamosas.

¿Por qué se produce el cáncer?

Los rayos UVB dañan las cadenas de ADN en los queratinocitos. Si estos no se reparan pueden dar lugar a réplicas de células anormales que pueden multiplicarse sin control, generando un tumor cancerígeno. Un 90% de estos cánceres aparecen en las zonas de la piel expuestas al sol: la cara, el cuello, las orejas, las manos y los antebrazos.
Así se produce:
A: La UVB, es absorbida por el ADN y provocan la formación de dímeros de timina.
B: Dos timinas quedan unidas entre ellas por enlace covalente y no se unen a las adeninas complementarias.
C: La proteína supresora de tumores p53 intenta reparar el daño producido
D: Si logra repara el ADN, continúa el ciclo normal de la célula.
E: Una de cada mil lesiones en el ADN se convierten en una mutación.
Cuando el daño es irreparable, la p53 induce apoptosis o suicidio celular, pero puede producirse inestabilidad genética y mutagénesis (cáncer).

¿Sabías que…?

– La exposición solar tiene una parte positiva, facilita que nuestro organismo sintetice vitamina D, de la que se han detectado niveles bajos en la población general. No obstante, este beneficio no justifica los riesgos que acarrea una exposición excesiva.
– La reducción de la capa de ozono ha disminuido la protección natural que nuestra atmósfera ofrece contra las radiaciones ultravioletas perjudiciales, por lo que las sobreexposiciones al sol son ahora más peligrosas que hace 100 años. Además, el deterioro de la capa de ozono es irregular, por lo que hay zonas del planeta donde “quemarse” es más peligroso que en otras.
– El índice ultravioleta mide la intensidad de la radiación ultravioleta que alcanza la tierra en un determinado punto. Se considera bajo si es menor de 2, moderado entre 3 y 5, alto entre 6 y 7, alto entre 8 y 10 y extremo a partir de 11. La mayoría de las predicciones meteorológicas vienen acompañadas de este índice, que puede resultarte de utilidad para saber cómo de peligrosa va a ser la exposición solar y cómo debes protegerte.
– ¡Hasta un 90 % de los cambios en la piel comúnmente atribuidos al envejecimiento son causados por el sol! Y la mayoría de la exposición no se produce cuando “tomamos el sol”, sino en el día a día. Por eso, tu crema de uso diario debería llevar un ligero factor de protección.
La sobreexposición también ataca a los mecanismos inmunológicos de tu piel, por lo que puede hacerte más susceptible a las infecciones.
– El factor de protección solar que habitualmente utilizamos en Europa (0-50 FPS) indica el tiempo que un protector solar aumenta la capacidad de defensa natural de tu piel antes de que llegues a quemarte. Por ejemplo, si tu piel aparece el eritema solar a los 10 minutos, utilizando FPS 20 en las mismas condiciones (estado de la piel y niveles de radiación), deberías tardar 20 veces más (200 minutos). No obstante, muchos factores influyen sobre esto. Por ejemplo, cómo te apliques el protector, si te bañas o sudas e incluso si tenías la piel bien limpia antes de aplicarlo.

 
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