El camino hacia la excelencia en los deportistas de élite pasa por la PNI

El motor del deportista de élite es la búsqueda permanente de la excelencia. Para conseguirla, debe trabajar sobre cuatro grandes áreas: un estado físico insultante que evite las lesiones; una óptima capacidad de recuperación post esfuerzo y post traumatismo; una mente indestructible capaz de convertir los momentos duros en oportunidades de crecimiento, y un dominio profundo del área social que le permita eliminar las relaciones tóxicas o transformarlas en su beneficio. El enfoque de la Psiconeuroinmunología, perfecto para poder mantener el rumbo hacia la excelencia permanente, es la base de Regenera Elite, un programa dirigido a deportistas de élite que quieran llevar al límite su rendimiento físico y mental.
 

Deportistas de élite y PNI

Si me pidieran que escogiera una palabra para definir aquello que distingue a un deportista de élite, sin duda diría que es la excelencia. Pero añadiría un matiz: no se trata de una excelencia estática, de una fotografía en un instante de plenitud. Se trata de una excelencia dinámica, en perpetuo desarrollo. El deportista de élite, para serlo hoy y seguir siéndolo en el futuro, no se puede dormir ni acomodar. No puede darse por satisfecho por estar en la cumbre ni creer que basta con haber llegado. Su motor ha de ser la búsqueda permanente de la excelencia.
 
Este camino constante no se refiere únicamente a sus cualidades físicas, que damos por sobreentendidas. Hay otras áreas que repercuten en su rendimiento y que tienen como eje tanto el cuerpo como la mente. Importa la capacidad de recuperación, pero también la de sacrificio. Importa la potencia, la resistencia y la inmunidad a las lesiones, pero también la fortaleza mental, que le llevará a la competitiva. Además, el entorno sociofamiliar es también una base cuya solidez o debilidad pueden marcar la diferencia entre estar simplemente arriba o estar en lo más alto.
 
La exigencia es mucha, y requiere ayuda para centrar bien el trabajo y aprender a desplegar las energías precisas en los momentos adecuados. Por mi experiencia trabajando con estos deportistas, puedo aseguraros que el enfoque de la Psiconeuroinmunología (PNI) es el que ofrece las herramientas necesarias para acompañarlos y que puedan permanecer en el rumbo hacia un horizonte de excelencia permanente, imprescindible para poderse mantener en la élite durante años.
 

 

¿Cuál es el camino?

Como os decía más arriba, el deportista debe actuar sobre distintas áreas que están repercutiendo, muchas veces sin que él mismo sea consciente, sobre su rendimiento:
 

1. Nivel físico insultante:

En el área física, debemos romper el paradigma de la fatiga. El ‘ya no puedo más’, el ‘llego hasta aquí’. En el entorno del deporte de élite se han instaurado una serie de creencias que nos llevan a asumir erróneamente ideas como que las lesiones son inevitables. Lo dicen los propios deportistas o sus entrenadores y lo amplifica la prensa, llegando a un punto en el que creemos que sus capacidades físicas son menores de lo que en realidad son. Pero esto es una creencia limitante, y ya sabéis que en PNI luchamos contra ellas.
 
En esta lucha, uno de los campos sobre los que se debe trabajar es el de la inflamación de bajo grado, un escenario metabólico presente en muchos deportistas (que ni lo sospechan). Para corregirlo, hay que trabajar para normalizar primero, y optimizar después, la microbiota, los biorritmos, la alimentación, los periodos de ayuno… Usando estas herramientas de PNI vemos que las capacidades biológicas del organismo humano van mucho más allá de lo que se cree hoy. Porque, al no haber utilizado estas herramientas, el deportista trabaja a un 50% de sus posibilidades. ¿Cuál es la consecuencia? Que la carga física durante la temporadas les provoca lesiones musculares, tendinopatías…
 
Pero la corriente de opinión -amplificada por periodistas que nunca han sido deportistas de élite ni han llevado a su cuerpo al máximo potencial- conduce, especialmente en el fútbol, a la creencia de que las lesiones son inevitables y que hay que descansar, rotar… Y no es verdad. Porque, usando adecuadamente la PNI, es posible reducir un 90 o un 95% las lesiones no traumáticas.
 

¿Cómo consigo la excelencia? Explotando mi organismo y llevándolo a un nivel físico insultante que me permita reducir al máximo las lesiones no traumáticas.

 

2. Exultante capacidad de recuperación:

Un deportista de élite debe ser capaz de recuperarse en un tiempo récord. Tanto cuando hablamos de una recuperación tras un esfuerzo, como cuando se trata de una recuperación post traumatismo:
 
a) Post esfuerzo: La regeneración de los tejidos y su reparación no solo dependen de las compensaciones metabólicas de las que hemos hablado; también dependen de tener una excelente flexibilidad metabólica. Para conseguirlo podemos servirnos de una alimentación libre de refinados y de la utilización de ayunos en momentos concretos, tanto del entrenamiento como de la competición. Estas dos herramientas favorecen una recuperación post esfuerzo muchísimo más rápida. Mientras un jugador necesita tres días para volver a estar a su nivel, otro que esté en un excelente estado de flexibilidad metabólica podrá estar recuperado en un plazo de 36-48 horas.
 
b) Post traumatismo: Ante la aparición de estímulos traumáticos -esguinces, contusiones…- se activan una serie de procesos inflamatorios que son completamente fisiológicos y que dependen de un sistema inmune eficiente y eficaz. El estudio de los Resoliomics nos ha hecho entender que cuando este sistema inmune funciona de un modo excelente, las recuperaciones son mucho más veloces y no dejan en los tejidos secuelas en forma de fibrosis, ni limitaciones que podrían traducirse en recaídas permanentes.
 

¿Cómo consigo la excelencia? Consiguiendo un estado metabólico que me permita una exultante capacidad de recuperación, tanto post esfuerzo como post traumatismo.

 
Deportistas de élite y PNI
 

3. Mente indestructible:

A ninguno se nos escapa que el deporte de élite es extremadamente exigente a nivel mental y psicológico: un deportista no solo se quiebra físicamente, sino también emocionalmente. Dudas, inseguridades, ansiedad, bloqueos… La PNI dispone de múltiples herramientas para ayudar a un mejor procesamiento de las adversidades que se presentan a lo largo de la temporada o en competición. Mediante técnicas de vaciado de núcleos amigdalinos (núcleos cerebrales relacionados con emociones negativas o de sufrimiento), así como de herramientas cognitivo-conductuales se puede conseguir transformar esos momentos difíciles en oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Asimismo, se favorece la resiliencia, capaz de dar fortaleza al cerebro y hacer más competitivo al deportista. Entre las técnicas utilizadas tenemos, por ejemplo, el Brainspotting.
 

¿Cómo consigo la excelencia? Trabajando la mente para conseguir una mente indestructible que transforme los momentos duros en oportunidades de crecimiento

4. Dominio profundo del área social:

El ser humano es un animal social. Las relaciones con las personas que nos rodean son extremadamente importantes para todos, y los deportistas no son una excepción. Por ello, las alteraciones en sus relaciones pueden provocar tanta disfunción como la provocada por falta de descanso o por una alimentación inadecuada. Y no solo hablamos de aquellas relaciones con quienes se encuentran dentro del ámbito deportivo (entrenadores, aficionados, prensa, directivos del club…), sino también de los que los acompañan en su esfera más privada. En este sentido, la PNI considera que es indispensable la resolución de las relaciones tóxicas o dañinas que pueda estar viviendo el deportista. Para ello, propone la toma de decisiones, bien para liberarse de estas relaciones, bien para transformarlas y convertirlas en saludables.
 

¿Cómo consigo la excelencia? Teniendo un dominio profundo del área social que me permita liberarme de relaciones tóxicas o reconvertirlas en relaciones saludables

 
Una vez que hemos visto cuáles son las cuatro vías para alcanzar la excelencia, llega la pregunta del millón:  ¿CON QUÉ HERRAMIENTAS CONSEGUIMOS ESTO?
En el programa Regenera Elite, diseñado por expertos en PNI, trabajamos mano a mano con deportistas de élite interesados en arrumbar creencias autolimitantes y en conseguir el máximo rendimiento físico y mental. ¿Cómo lo hacemos?

1. Conocimiento profundo de la fisiología del deportista de élite y de su deporte:

Como expertos en fisiología y en deporte, entendemos las variantes genéticas -biotipos y posibles polimorfismos- que puedan estar influyendo en su rendimiento y en el desarrollo de su día a día.
 

2. Optimización de la capacidad inmunológica:

A menudo hemos hablado en estas páginas de que el 80% de las células del sistema inmune adulto se encuentran alrededor del tubo digestivo. Mediante tests de microbiota podremos obtener con detalle información del escenario microbiológico con el que convive el deportista. Esos resultados habrá que encajarlos con una alimentación personalizada que mantenga en condiciones excelentes la salud de la microbiota, evitando situaciones de hiperpermeabilidad, endotoxemia y, finalmente, de inflamación de bajo grado.
 

3. Flexibilidad metabólica:

La utilización inteligente de ayunos en momentos clave de la temporada va a generar un escenario de entrenamiento en carencia para poder competir en abundancia. ¿Cómo es eso? Se trata de propiciar escenarios de carencia nutritiva no de forma arbitraria, sino en determinados entrenamientos. Esto va a permitir ampliar la flexibilidad metabólica del organismo para utilizar distintos sustratos energéticos. Así, en lugar de utilizar únicamente la glucosa circulante y el glucógeno hepático e intramuscular, el cuerpo recurre también a grasas y aminoácidos neoglucogénicos. Es decir, se trata de generar ayunos en momentos concretos para que el cuerpo sepa utilizar grasas y aminoácidos (saber más sobre el Inmunometabolismo). De este modo, se amplían los sustratos energéticos, multiplicando la capacidad metabólica y consiguiendo, en consecuencia, mayor potencia y resistencia física.
 

4. Técnicas dirigidas al sistema nervioso central (SNC)

a) Liberar de lastres el subconsciente: mediante técnicas de visualización, brainspotting o hipnosis superficial, entre otras, vamos a limpiar el subconsciente de cargas y heridas que el deportista ha ido acumulando a lo largo de su trayectoria. Aquí nos sirve la metáfora del iceberg: aquello que no se ve juega un papel importantísimo en aquello que sí se ve. En este caso, el subconsciente es la parte oculta del iceberg; si es basura, será un lastre para la competición.
 
b) Acompañar y orientar a la mente que razona: No solo se trata de abordar el subconsciente; también es necesaria una labor de acompañamiento de aquello que nos define como seres humanos: la mente que razona. Por eso hacemos una tarea periódica de asesoramiento, para conseguir descargar al deportista de aquellos inputs que pueden bloquearle. El liberarse de la obligación de tener que resolverlos por sí mismo le da libertad y confianza. Además, es crucial para él saber que, ante alguna dificultad, puede consultarlo con el profesional de PNI que le está ayudando. De esta forma, podrá resolverlo en tiempo récord sin que llegue a convertirse en un lastre.
 

5. Regulación de biorritmos:

Nuestro organismo se rige por una serie de ritmos endógenos. Una especie de relojes internos que marcan el funcionamiento de un sinfín de funciones corporales. Así, las hormonas que tienen relación con el rendimiento están producidas por genes que siguen un reloj determinado. Es decir, que se expresan dependiendo de la cronobiología. Por eso, la cronobiología es una herramienta fundamental para que el deportista alcance la excelencia a nivel endocrino e inmunológico. Regular sus biorritmos es indispensable. Para ello nos servimos de protocolos de higiene horaria y damos especial importancia a la zona de descanso. Se trata de evaluar el colchón, las ondas electromagnéticas, la temperatura, la presencia de luz… Es la geobiología del sueño.
 

6. Complementos nutricionales:

En la búsqueda de lograr una óptima capacidad de recuperación después del esfuerzo, los complementos nutricionales juegan un papel clave. Su función es la de poder mantener el tono competitivo a lo largo de toda la temporada. En la PNI, los deportistas de élite utilizan de manera habitual los micronutrientes, vitaminas, minerales o aminoácidos.
 

7. Terapia sistémica:

Este enfoque permite entender al ser humano como integrante de uno o varios sistemas. A partir de ahí, identificamos las relaciones tóxicas que pueden estar perjudicando la salud y el rendimiento del deportista. De esta forma, podremos eliminarlas, neutralizarlas o transformarlas de forma sanadora.
 
DESDE REGENERAPNI

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