02 Jun Cuidado los ciclistas: Prevenir la tendinitis rotuliana y tratarla
Esta lesión la conozco de segundas por un amigo que la padeció a causa de un sobre entrenamiento previo a un maratón.
Cuidado que tarda muuucho en curar.
Avisados estais!
Cómo prevenir y tratar la tendinitis rotuliana
Una de las lesiones más temidas entre ciclistas es la tendinitis rotuliana. A continuación os explicamos qué es, por qué se produce y las pautas para su prevención y tratamiento.
Una tendinitis rotuliana se genera por el sobre uso del tendón debido a movimientos repetitivos o también por un traumatismo directo. Es decir, por un golpe. En el ciclismo es una de las lesiones más comunes. Las rodillas son las encargadas de dar el mayor impulso al pedal, así que puede acabar sufriendo la sobrecarga. “Las causas pueden ser varias. Desde llevar el sillín muy bajo, abuso de grandes desarrollos o incluso demasiado entrenamiento en pre temporada”.
El mal gesto en el pedaleo es otra de las causas. Un mal gesto irá dañando poco a poco el tendón hasta producir una inflamación del mismo. En una posición baja, la rodilla estaría muy flexionada, sin estirarla lo suficiente comportando la consecuente lesión.
Signos y síntomas
El dolor en una tendinitis rotuliana aparecería mayormente en frío. “Durante el ejercicio el dolor sería mínimo o nulo, dependiendo también del grado de la lesión. Nos permitiría pedalear sin apenas molestias, pero éstas aparecerían una vez en reposo”. El tendón estaría inflamado y nos limitaría, por ejemplo, el andar o subir y bajar escaleras, con un dolor muy agudo.
Tratamiento
Algunos atletas obtienen alivio con el uso de una correa infra-rotuliana, que ayuda a mejorar la distribución de la carga de ejercicio en el tendón. Aparte de este método, hay diversas opciones de tratamiento conservador. La primera de ellas es el reposo, hielo, compresión y elevación combinándolo con el uso de medicamentos anti-inflamatorios.
En fisioterapia, el tratamiento de la lesión se centrará en el fortalecimiento y estiramiento de los músculos de las extremidades inferiores. Para la rehabilitación de la zona afectada hay diversos métodos como la Indiba, hipertermia profunda o EPTE (Electrolisis Percutánea Terapéutica).
Estos tratamientos se combinarán con las tablas de ejercicios tradicionales excéntricos. Un ejemplo sería, ponerse en cuclillas y repetir la acción de subir-bajar.
Vuelta al entrenamiento
Después del proceso de recuperación será el momento de volver a probar sensaciones con la vuelta al ejercicio. Ésta deberá llevarse a cabo de manera progresiva y con intensidades bajas para evitar una recaída. Una vez estén todos los parámetros corregidos y notemos que no hay molestias, se pueden ir aumentando las cargas de entrenamiento hasta llegar a unos valores normales.
Otros factores a tener en cuenta
Mejorar nuestra dieta, llevándola lo más equilibrada posible, y cuidar nuestro reposo y nuestro sueño pueden ayudar a la prevención de y tratamiento de futuras lesiones como la tendinitis rotuliana. A mayor descanso, el cuerpo estará más relajado. Y a menor porcentaje de grasa corporal, el ejercicio será más fácil de absorber por las articulaciones.
Por último, también se pueden emplear los masajes en la zona afectada para acelerar la recuperación. Lo más aconsejable es visitar a su fisioterapeuta de confianza para el tratamiento de cualquier lesión. Una buena recuperación es clave para evitar cualquier recaída.
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